La Universidad de Málaga entrega la Medalla de Oro de la institución a la Universidad de Granada
La distinción se concede como agradecimiento a su apoyo para la creación y puesta en marcha de la UMA
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El rector de la Universidad de Málaga, José Ángel Narváez, ha entregado hoy la Medalla de Oro de la institución a su homóloga en la Universidad de Granada, Pilar Aranda, en un acto protocolario celebrado en el Paraninfo al que ha acudido una nutrida representación de ambas universidades, así como de la sociedad política y civil de las dos ciudades.
La UMA le entrega esta distinción a la UGR por ser ésta su alma máter. “Queremos saldar una deuda de gratitud histórica contraída con la Universidad de Granada”, ha comenzado su discurso el rector de Málaga, que ha reconocido como “un privilegio” el poder representar a la UMA “en este acto de reconocimiento público a la Universidad que nos enseñó a ser universidad”.
Cabe recordar que la Universidad de Málaga estuvo en sus inicios, antes de su creación en 1972, vinculada a la de Granada. Por eso Narváez ha evocado las movilizaciones de la Asociación de Amigos de la Universidad de Málaga, “que pusieron voz a los miles de malagueños que pedían y defendían una universidad para esta ciudad”.
A esto también se ha referido Pilar Aranda en su discurso de agradecimiento, que ha evocado “la fuerza social y la energía que emanaba de Málaga” en aquellos primeros 70 para mostrarse “muy honrada” de haber contribuido a esbozar el futuro universitario de la capital de la Costa del Sol.
El rector también ha recordado a los que le precedieron en el cargo: el rector-comisario compartido con Granada Antonio Gallego Morell, a José María Smith Agreda, Antonio Pérez de la Cruz, José María Martín Delgado, Antonio Díez de los Ríos y Adelaida de la Calle Martín –estos tres últimos presentes en el acto-, “gracias a cuyo trabajo y dedicación la Universidad de Málaga ha alcanzado las cotas de calidad de las que hoy goza”.
A los universitarios, a las instituciones “que siempre nos apoyaron y nos siguen apoyando” y a las miles de personas que desde el principio confiaron en la Universidad de Málaga para su formación como profesionales y ciudadanos. Como el lugar donde construir su futuro”.
Narváez ha agradecido a Aranda la capacidad de Granada “de garantizar el proceso de creación y puesta en marcha de la nueva Universidad, con generosidad y esfuerzo, sin escatimar medios”. “Su huella aún es visible en la nuestra, en las formas, en los procesos, en la manera de afrontar los retos del futuro”.
Uno de los símbolos de esa vinculación es el sillón en el que hoy se ha sentado el rector, con el escudo de la Universidad de Granada, que se conserva “como señal de memoria y de respeto a los que han trabajado por que la Universidad de Málaga sea hoy lo que es”.
Por su parte, la rectora de la UGR se ha mostrado “muy honrada” con el reconocimiento y ha agradecido a todos los que la han acompañado a recibirla, en especial a los decanos y miembros del Consejo de Gobierno y Social de Granada “y a todos los universitarios que forman parte de nuestro pasado común”.
“Colaboramos en el pasado, compartimos presente y prepararemos el futuro de la universidad del siglo XXI”, ha concluido, a lo que el rector, en su discurso, ha propuesto “afrontar parte de ese futuro para construir unidos un sistema universitario mejor, más justo y más solidario. Un modelo basado en las personas y al servicio de la sociedad”.
Al acto de entrega han asistido políticos y académicos de ambas ciudades, entre ellos la consejera de Educación, Adelaida de la Calle; el secretario general y el director general de Universidades de la Junta de Andalucía; miembros del Consejo Social de ambas instituciones, los rectores de Sevilla, Jaén y Almería y autoridades civiles y militares.