Enmarcado en el programa 'Del Campus al Campo', el Vicerrectorado de Smart-Campus de la Universidad de Málaga ha organizado una visita al ‘Proyecto Extiercol’ (Explotación de Tierras Colectivas) en la localidad de Cuevas del Becerro.

Manteniendo el enfoque de jornadas precedentes, el objetivo de la salida se centró en las prácticas agrarias que incorporan conocimientos para la minimización de su impacto en el medio ambiente y su compatibilidad con valores ambientales como la biodiversidad.

En este caso, a estos objetivos ambientales se incorporaban otros de índole socioeconómico, como el problema del relevo generacional en la actividad agraria y las dificultades de incorporación a la misma de los jóvenes egresados de la formación universitaria.

Una vez en Cuevas del Becerro, la primera actividad fue una mesa redonda en el salón de actos del Ayuntamiento, que contó con la participación de Manuel González Rosado. El experto explicó el proceso de constitución del proyecto Extiercol, su compromiso con el pueblo y las dificultades a las que se enfrentan a la hora de animar a los jóvenes para que trabajen en el medio rural, cuando existe una valoración negativa sobre este tipo de oficios incluso entre los propios habitantes del pueblo.

A continuación intervino José Antonio Gallego, técnico del Centro Andaluz de Emprendimiento de Teba, que explicó los puntos fuertes del Proyecto Extiércol desde la perspectiva del emprendimiento.

Finalmente, Gustavo Alés, ingeniero agrónomo que asesora a Extiercol en materia de biofertilizantes, centró su disertación en el papel fundamental del suelo en la producción de alimentos y en la grave amenaza que supone su desertización, entendida no como resultado de la escasez de precipitaciones, sino de los aportes de materia orgánica sustituidos por abonos químicos.

Tras el almuerzo, los participantes han visitado huertos particulares que, también propiciados en su origen por Extiercol, ocupan suelos del Ayuntamiento y donde los particulares que lo deseen pueden cultivar sus productos.

Finalmente se realizó un recorrido por el sendero de Tilí, que rodea el pueblo incorporando elementos patrimoniales como el molino de harina, en restauración, hasta llegar a las tierras que actualmente están en explotación por el proyecto.

Cristóbal Reyes y Manuel González Rosado habían preparado una práctica in situ  de preparación de compostaje a partir de la combinación de distintos componentes adquiridos a partir de residuos de algunas actividades (melaza, harina de roca) u orgánicos (carbón vegetal, extiércol).

Algunos estudiantes durante la jornada se atrevieron a cargar con los sacos, manejar el extiércol y a utilizar la azada y la horca para conseguir ese abono que fertiliza las tierras y crea la vida.