Un equipo de la UMA elabora una cartografía de los afectados por coronavirus en Málaga
Este proyecto de la posible propagación del virus en entornos urbanos recibe financiación del fondo Covid-19 del Instituto de Salud Carlos III
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Investigadores del Departamento de Geografía de la Universidad de Málaga, coordinados por la Cátedra de Seguridad, Emergencias y Catástrofes, están desarrollando tareas de asesoramiento científico y técnico para la Delegación de Salud y Familias de la provincia de Málaga, encaminadas a paliar la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.
En concreto, uno de los proyectos en los que está trabajando este equipo de la UMA, liderado por la profesora María Jesús Perles, la es la elaboración de una cartografía de la ubicación espacial de los afectados por coronavirus, actualizable en tiempo real, que permite realizar mapas de diagnóstico sobre el comportamiento espacial del contagio.
“A partir de los datos de afectados y de su evolución espacial y temporal que nos facilita Salud, se lleva a cabo un análisis que permite identificar cuáles son los patrones espaciales de contagio en la ciudad de Málaga y con qué factores del entorno urbano se relacionan”, destaca Jesús Miranda, director de la Cátedra de la UMA, que señala que este trabajo se realiza de inmediato, a las horas de recibir la información.
En base a estos resultados, se ha generado un modelo predictivo que identifica dónde se sitúan las áreas de máxima peligrosidad de contagio en cada momento, y cuáles son, por tanto, los espacios clave de actuación mediante medidas anti-propagación.
Así, el experto en Catástrofes de la Universidad de Málaga explica que, por un lado, se obtiene un mapa de la situación actual de los pacientes y, por otro, en base a esta información, se predice una evolución de afectados por barrios, sugiriendo medidas específicas para intentar mitigarlos, adaptadas para cada zona concreta.
“Podemos conocer, por ejemplo, dónde hay más probabilidad de propagación a partir de casos previos y los focos de mayor peligrosidad y transmisión”, afirma Miranda.
Se trata de una ficha de diagnóstico actualizable de los afectados por coronavirus, clave para la labor que desarrollan los colectivos profesionales implicados en combatir esta crisis sanitaria cada día.
Además, junto con los Servicios de Coordinación del Ayuntamiento de Málaga y el Servicio de Protección Civil de la Diputación, este equipo ha diseñado una herramienta de Gestión y Mando para los agentes de Protección Civil de distintos ayuntamientos de la provincia de Málaga, que facilita la utilización de formularios óptimos para actividades de atención y labores asistenciales a dependientes y afectados.
Coordinado por la Cátedra de Seguridad, Emergencias y Catástrofes, el equipo está formado por el grupo de investigación de Análisis Territorial del Riesgo de la UMA y cuenta con la participación del experto en programación de plataformas de emergencia Francisco Martínez, de la empresa Deveryware España. Asimismo, ESRI España y la oficina de Cifal Málaga también colaboran con esta iniciativa.
Como próximos pasos, se está contactando con Departamentos de Geografía de otras universidades andaluzas y españolas con el objetivo de replicar el modelo en sus ciudades.
Fondo Covid-19 del Instituto de Salud Carlos III
Este estudio de la posible propagación del virus en entornos urbanos ha recibido financiación por más de 40.000 euros del fondo Covid-19 del Instituto de Salud Carlos III.
El total de la cuantía solicitada por los investigadores de la UMA, que permitirá continuar con este proyecto que avanza en el comportamiento espacial del virus en ciudades para conocer: dónde se ubican los principales focos de contagio, cuáles de ellos son más virulentos y evolucionan a un ritmo más rápido, con qué factores urbanos se relacionan y, por último, cuáles son los lugares clave para actuar con medidas que frenen el contagio.
El Fondo COVID-19, lanzado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) el pasado 19 de marzo para financiar proyectos de investigación en torno al nuevo coronavirus, ha superado la cifra de los 80 proyectos aprobados. Muchos de estos proyectos ya estaban en marcha dentro de diferentes entornos clínicos y centros de investigación, y todos tienen en común que generarán conocimiento para soluciones y mejoras de aplicación inmediata sobre los pacientes y el sistema sanitario.