El proyecto MAREA Plastic [II Plan Propio de Smart-Campus][ODS]

Todo esto lo pretende llevar a cabo por medio de la creación de un laboratorio en el que se permita la creación de nuevos productos u objetos a partir de la reutilización de los residuos plásticos generados en la propia universidad.  

La producción masiva de residuos plásticos es uno de los principales focos de contaminación hoy en día. Cada día vemos como el plástico se apodera de nuevas zonas del planeta. Sólo en el mar existen ya más de 8.000 millones de toneladas de plásticos y estas cifras no dejan de crecer cada año de forma considerable. Resulta evidente que es necesario un cambio drástico en la forma de enfocar este problema que ayude a asegurar un ecosistema adecuado a las próximas generaciones. En MAREA Plastic tenemos claro que conseguir una mayor efectividad en el movimiento de reciclaje parte de algo tan esencial como la educación, siendo el objetivo principal del proyecto concienciar y sensibilizar con el reciclaje y la reutilización de plásticos ayudando a propiciar un cambio cultural hacia la implantación de un sistema de economía circular que permita que todos los daños generados por la producción de residuos plásticos no se perpetúen de forma irremediable en el futuro. 

Para conseguirlo, MAREA Plastic propone la construcción de un laboratorio urbano que ofrece a la comunidad universidad y a la sociedad en general, un espacio de experimentación y creación de nuevos productos a partir de los residuos plásticos generados por la comunidad universitaria / el propio consumidor. De esta forma se consigue una evolución tecnológica del reciclaje, poniendo a disposición de la comunidad las máquinas necesarias para convertir los envases de los productos ya consumidos en nuevos objetos cotidianos y útiles para el usuario, ofreciéndoles así una segunda vida y evitando que dichos residuos plásticos acaben en el mar.  

La maquinaria a desarrollar con este propósito parte, en primera instancia, del movimiento a nivel internacional conocido como “Precious Plastics”. Este movimiento plantea, mediante la fabricación de 3 o 4 máquinas, la posibilidad de fabricar productos a partir del plástico desechado mediante un proceso simplificado y mucho más sencillo que el industrial.   

“Desde MAREA Plastic sabemos que el consumismo y la necesidad de responder rápidamente a las necesidades del consumidor hacen la situación insostenible hasta el punto de que las empresas encargadas de cerrar el ciclo de vida del producto no llegan a realizar un trabajo del todo efectivo. Esto además depende en cierta medida del consumidor.” Por todo ello, el proyecto MAREA Plastic pretende influir a pequeña escala en el consumidor con la idea de poder revertir ese concepto de consumismo y riesgo ambiental, utilizándolo como herramienta para la concienciación y ofreciendo, asimismo, una alternativa que hasta ahora no se concebía: “ganar reciclando”.  

Así pues, mediante un laboratorio urbano ubicado en el campus de la Universidad de Málaga, el proyecto traslada todo el proceso de reciclaje a la calle, donde resulta más fácil concienciar a la vez que formar e informar sobre la importancia de este problema. En el interior del laboratorio se ubicarán las máquinas, previamente mejoradas y fabricadas por el equipo de MAREA, donde el usuario acudirá con sus envases ya vacíos y se irá con un nuevo objeto 100% útil a casa. De esta forma, se hace partícipe a la persona durante todo el proceso de conversión consiguiendo así un mayor impacto en la nueva forma de ver el reciclaje y la reutilización. Este proceso consigue alargar la vida de ciertos objetos y materiales, por ejemplo, una botella de agua pequeña que puede no llegar a una hora de uso, podría convertirse en parte de cualquier otro objeto con un ciclo de vida mayor, como puede ser un macetero, un taburete, unas gafas de sol, etc. 

Actualmente los integrantes de MAREA Plastic se encuentran trabajando en las dos primeras máquinas: por un lado, en la trituradora que permite desintegrar los envases plásticos tal y como los conocemos en pequeñas virutas o escamas de plástico, y por otro, en la extrusora, que consigue transformar estas virutas de plástico en un hilo de material reutilizable que después será empleado como materia prima en la creación de nuevos productos. El proyecto también tiene previsto la creación de varias máquinas más: una bobinadora, una inyectora, una compresora y posiblemente una lavadora de plásticos. 

En el proyecto participan 15 investigadores de la universidad en dos equipos de investigación, Electrónica low-cost, cuya Investigadora Principal es Carmen Ladrón de Guevara, y el grupo de trabajo Mecánica low-cost cuyo Investigador Principal y Coordinador del proyecto es Óscar de Cózar. Además participan dos técnicos especialistas de apoyo a la docencia y 7 estudiantes de distintas disciplinas.