La Universidad de Aveiro (Portugal) ha acogido la Reunión de Clausura del proyecto internacional CARE (Consumo Consciente para la Responsabilidad hacia el Entorno) del Programa Erasmus+, cofinanciado por la Unión Europea y coordinado por la profesora del Departamento de Economía y Administración de Empresas de la Universidad de Málaga, Ana María Castillo.

Representantes de los siete socios que forman parte de esta iniciativa, procedentes de cuatro países (Bélgica, España, Italia y Portugal) se han dado cita con objeto de hacer balance del proyecto y sentar los pasos para maximizar su puesta en valor. Entre los hitos alcanzados por CARE, destaca una gran interacción con los usuarios a través de la plataforma de recursos abiertos: https://careforplanet.eu/, donde se despliegan acciones formativas y llamadas a la ciudadanía para conocer su opinión sobre el objeto del proyecto, para que compartan sus experiencias y casos de éxito y para que presenten sus iniciativas empresariales en consumo responsable.

En esta reunión, los socios han analizado los resultados del proyecto y han establecido los pasos finales para su conclusión, como es el caso PROMOBIZ, que invita a personas emprendedoras a presentar ideas de negocio creativas, social y económicamente responsables, a la vez que sostenibles desde el punto de vista del entorno y que apoyen el crecimiento de la economía circular. Estas propuestas serán evaluadas a través de una innovadora herramienta, con objeto de facilitar su puesta en práctica y su presentación ante las agencias públicas de promoción del emprendimiento http://u.uma.es/ezk/

También se ha establecido en esta reunión el plan de trabajo para desarrollar el “Libro Verde CARE”, un documento que recogerá las principales conclusiones de la revisión realizada de la literatura científica sobre consumo responsable, de las normas, campañas e iniciativas más relevantes desarrolladas en los países del consorcio y de la encuesta a consumidores realizada por CARE sobre las motivaciones y frenos al consumo responsable. Todo ello servirá de base para fundamentar nuevas investigaciones y formular estrategias que fomenten en la ciudadanía unas preferencias, hábitos de consumo y estilos de vida alineados con las políticas medioambientales de la Comisión Europea, creando un impacto duradero que realmente contribuya a reducir los efectos del cambio climático y permita avanzar hacia una economía circular mediante un modelo de consumo consciente, responsable y ético.