Una alumna de la UMA diseña un proyecto para eliminar el ruido del túnel de La Alcazaba
Lo ha cedido al Ayuntamiento, con la propuesta de suprimir el tráfico de un carril y aislar el espacio peatonal
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Inés Aragüez del Corral, ingeniera de la Universidad de Málaga, ha convertido su trabajo de fin de máster en un proyecto para rebajar a la mitad el ruido en el túnel de La Alcazaba, de modo que arroje tasas aceptadas por la normativa y asumibles para los transeúntes. Dicho proyecto, que le ha valido una matrícula de honor en su máster, lo ha puesto a disposición del Ayuntamiento de Málaga de forma gratuita.
La propuesta recoge como única solución factible la construcción de un pasillo aislado que independice la zona de peatones de la de vehículos. Este pasillo serviría como vial peatonal y carril bici, mientras que las paredes se dedicarían a albergar una muestra de arte pictórico moderno. De esta manera se consigue que los peatones no se vean expuestos a ruidos y gases molestos, se propicia el uso de bicicletas y una disminución del tráfico rodado, que conllevaría una menor contaminación atmosférica.
El estudio ha sido redactado como complemento de unas prácticas realizadas en el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, como Trabajo Final de Máster de Ingeniería Acústica de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de la Universidad de Málaga.
El problema acústico del túnel de la Alcazaba no es nuevo. De hecho se lleva hablando de él mucho tiempo puesto que es de difícil solución, ya que su interior se configura como una ‘cámara reverberante’, esto es, un recinto en que, al igual que en una guitarra, el sonido sufre múltiples reflexiones y esto hace que se amplifique, por lo que los peatones que circulan por él se pueden ver sometidos a niveles acústicos muy altos, en algunos casos intolerables.
Distintas soluciones
En el estudio se ensayan diferentes soluciones (pantallas acústicas, asfalto y morteros absorbentes, paneles absorbentes, etc.), pero ninguna de estas soluciones da un resultado satisfactorio. Sólo se considera viable la realización de un pasillo que independice la zona de peatones de la zona de vehículos. “Aquí hay que hacer un inciso importante, pues no se ha considerado la construcción de ningún elemento colgante de la estructura del túnel ya que, en su día, la realización del muro del túnel dio lugar a la aparición de fisuras en la Alcazaba, y por otro lado, es constatable la existencia de grietas por las que se filtra el agua al interior. Todo esto ha hecho descartar todas las soluciones que impliquen una carga adicional sobre su estructura, ya que podrían volver a aparecer patologías constructivas peligrosas”, indica la autora del proyecto.
Dicho todo esto, se constata que la única solución viable es la siguiente: unificar las dos aceras en un mismo lado, e incluso suprimir uno de los carriles de automóviles, ya que el tráfico en el sentido Oeste es muy reducido y hay que tener en cuenta la posible peatonalización de calle Victoria, y construir un paramento aislante desde el suelo al techo del túnel que, aísle totalmente la zona de peatones de la zona de vehículos.
De esta manera, se configura un espacio que tendría una zona peatonal con una anchura de unos 6 metros por los 253 metros de longitud del túnel. Este local tendría que estar dotado de todos los elementos de seguridad, evacuación, ventilación, iluminación y accesibilidad que marcan las diferentes normas y reglamentos. Para evitar el efecto de pasillo, se dispondrán ventanas que desde este pasillo den a la zona de circulación de vehículos. Igualmente se dispondrán puertas de emergencia que unan ambos espacios y que se abrirán en caso necesario.
Es importante destacar que en esta galería se dispondrá un carril bici y de zonas de aparcamientos de bicicletas. Este nuevo carril bici va a ser el nexo de unión entre dos importantes distritos (zona Este y zona Centro), por lo que va a propiciar una importante disminución del tráfico y por lo tanto, una gran reducción de emisiones de CO2, que tan significativo es dado el cambio climático que se está produciendo.
En lo que se refiere al tinte cultural del proyecto, la autora considera que en el mismo encajaría una galería donde se expondría arte alternativo” o underground, un recurso que ya se utiliza en otras ciudades como Londres, Estocolmo, o Zaragoza.
Inés Aragüez del Corral ha cedido el estudio de manera altruista a la ciudad de Málaga y se ha puesto ella misma a disposición del Ayuntamiento o del cualquier organismo que esté interesado en ejecutar la obra para aclarar o completar lo expuesto.
Considera que esta idea, aparte de solucionar un problema real, puede ser una actuación en la que se revindica un punto de encuentro entre el arte y la tecnología, configurando un emblema de la joven Málaga que solicita su espacio.