Investigadores del Instituto Universitario de Investigación de Inteligencia e Innovación Turística de la UMA (i3t) han publicado el documento “Propuestas de reflexión desde el turismo frente al COVID-19: incertidumbre, impacto y recuperación”, un trabajo que analiza distintos escenarios futuros para el sector tras la pandemia mundial provocada por el coronavirus.

El documento apunta algunas cifras de la dimensión del problema, como las ofrecidas por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), que el 16 de marzo estimaba una pérdida mundial de 50 millones de empleos en el sector, cifra que elevó el 25 de marzo hasta los 75 millones; unas previsiones que a juicio de los investigadores del i3t podrían seguir aumentando en fechas próximas.

Las estimaciones de pérdidas globales para el sector son todavía provisionales. En Europa la WTTC calcula que hay 10 millones de empleos en riesgo y unos 552 mil millones de dólares de pérdidas. Por su parte, la Organización Mundial de Turismo (OMT) estima un impacto económico de entre 30.000 y 50.000 millones de dólares de pérdidas globales derivadas de los gastos de los viajeros del turismo internacional.

 

 

Ante la imposibilidad de disponer de un escenario fijo sobre cuándo se producirá el fin de la pandemia, los investigadores formulan hasta cuatro escenarios posibles con diversos niveles de destrucción de riqueza y afección al sector: un escenario ‘optimista’ (sin movimientos turísticos hasta mayo de 2020), un escenario ‘moderado’ (si el freno continúa hasta julio de 2020), un escenario ‘pesimista’ (hasta septiembre de 2020) y un último escenario que denominan ‘caótico’, si el sector queda paralizado hasta enero de 2021.

El documento analiza algunos factores clave a la hora de valorar posibles consecuencias asociadas a la situación, entre ellas, el miedo a viajar y las mermas en las rentas disponibles de muchos ciudadanos fruto de la crisis económica. “La aversión al riesgo de los turistas y la renta disponible van a ser elementos clave para el ritmo de recuperación de la demanda, ya que comenzarán a viajar antes aquellas personas con menor aversión al riesgo y con mayor nivel de renta”, señalan.

Como nota positiva señalan que la guerra contra el COVID-19 “no destruye infraestructuras, ni devasta físicamente el territorio, lo que podría posibilitar un relanzamiento de la actividad en un menor periodo de tiempo”. También creen que el parón económico deparará una mejora en el medioambiente: “Se han reducido las emisiones de CO2, la contaminación atmosférica e incluso se ha recuperado sensiblemente la capa de ozono”, aunque creen que esto sólo operará en el corto plazo.

El equipo de investigadores de la UMA que firma el artículo, formado por el director del i3t y profesor del área de Análisis Geográfico Regional, Enrique Navarro, y los profesores del área de Economía Aplicada, Germán Ortega y Enrique Torres, trabaja ahora en un estudio sobre la percepción del impacto del COVID-19 en la actividad turística de la Costa del Sol-Provincia de Málaga y otro sobre el impacto en España.

A su vez el i3t-UMA está en contacto con diferentes organismos nacionales e internacionales para tratar de reforzar la salida de esta crisis, aportando trabajos de investigación que ayuden a la solución de problemas presentes y futuros.

El documento completo está disponible en http://u.uma.es/rg/