Kazuyo Sejima, la arquitecta más laureada en el ámbito internacional, premio Pritzker en 2010, ha sido nombrada  doctora honoris causa por la Universidad de Málaga. Se trata de la segunda arquitecta mujer que es honoris causa en España y la primera profesional propuesta por la joven Escuela de Arquitectura malagueña, que cumple su décimo quinto aniversario.  

La ceremonia de investidura se ha celebrado en el Paraninfo, en un acto presidido por el rector, José Ángel Narváez, al que ha acudido el embajador de Japón, Mizukami Masashi, y en el que ha ejercido el papel de madrina la profesora Nuria Nebot Gómez de Salazar, quien ha desgranado la extensa obra de Sejima a lo largo de los últimos años, en los que se ha convertido en un referente de esta especialidad.



“Nuestros profesores y alumnos han crecido y aprendido con sus proyectos., Hemos recorrido muchos kilómetros para poder vivir, sentir y tocar su arquitectura”, ha comenzado su laudatio la profesora Nebot, quien ha recordado que la homenajeada, que forma parte de uno de los estudios de arquitectura más reconocidos a nivel mundial, SANAA, es objeto de culto en todas las escuelas, desde Japón a Málaga, pasando por Estados Unidos, Suiza o Reino Unido.

De hecho, posee el premio Pritzker, considerado el Nobel de Arquitectura, otorgado -según consta en el argumentario del jurado- “por una arquitectura que es, al mismo tiempo, delicada y poderosa, precisa y fluida, ingeniosa pero no demasiado. Por la creación de edificios que interactúan con su contexto y con las actividades que se dearrollan en ellos, generando una sensación de plenitud y una experiencia exquisita. Por un lenguaje arquitectónico que brota de un proceso colaborativo único e inspiracional”.

Una nueva arquitectura
A juicio de Nebot, Kazuyo Sejima “representa una nueva manera de entender la arquitectura”. Al contrario que otros compañeros, su obra no tiene un desarrollo teórico, sino que el proceso de proyectar un edificio es un proceso de experimentación y de descubrimiento, donde no hay conceptos arquitectónicos previamente establecidos”.

Es por ello por lo que cada proyecto suyo es diferente y nuevo, muy atrevido. Su obra ha sido calificada de ligera, transparente e inmaterial, con elementos de estructura muy ligeros. Con numerosos reconocimientos en su haber, sus trabajos han sido expuestos en los mejores museos del mundo, entre ellos la Bienal de Venecia, el MoMA de Nueva York, el de Sao Paulo o el IVAN de Valencia.

Ha impartido clase en prestigiosos centros universitarios (Tokio, Lausana, Princeton…) y es doctora honoris causa por la Universidad de Oxford.

En palabras de su madrina, este acto de investidura adquiere todavía un mayor valor si atendemos a la falta de reconocimiento histórico a la labor de las grandes arquitectas, con 3 premios Pritzker de los 41 otorgados y un doctorado honoris causa en toda España, el que recibió Katryn Gustafson en Valencia en 2015. A ella se une ahora la doctora Kazuyo Sejimi, con un honoris causa por la Universidad de Málaga.



En este sentido, el rector ha destacado la incorporación al Claustro universitario de una mujer, “el talento necesario en nuestra sociedad y el valor que necesitamos para avanzar de manera más firme y segura. Una mujer que demuestra su valía en una profesión generalmente copada por estrellas masculinas y donde ella practica ahora con el ejemplo de otro modo de hacer, distinto y único”.

Narváez ha hecho hincapié en su discurso en la forma de crear de Kazuyo Sejima, una profesional “tenaz y discreta, que prefiere las obras bien pensadas antes que lanzarse a una expansión veloz por todo el mundo”. Ha asemejado su manera de abordar el trabajo arquitectónico con el modelo de universidad pública: “La doctora Sejima concibe los edificios en función de su ubicación, del peso del entorno, de las características de su enclave. Trata de que estas obras arquitectónicas no resulten elementos aislados y que propicien una gran vida interior, al igual que la exigencia de cualquier universidad”, ha afirmado el rector.



Kazuyo Sejima se ha mostrado muy agradecida con el reconocimiento. En sus palabras ante el auditorio, y después de hacer el juramento en latín, la arquitecta ha rememorado sus comienzos y se ha detenido en sus experiencias en Valencia. Ha concluido su intervención afirmando que los países cambian rápidamente, al igual que la sociedad, “por lo que la arquitectura debe adaptarse a estos nuevos tiempos”.

Laudatio

Discurso del rector