La UMA lidera el diseño de un método para cuantificar los recursos hídricos subterráneos
El Centro de Hidrogeología ha participado en un proyecto europeo para la creación de un modelo de medición que los integre
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¿Qué volumen de recursos hídricos tiene el subsuelo andaluz? ¿Suficiente para el abastecimiento de cuánta población o el regadío de cuántas hectáreas? ¿Qué grado de exactitud tienen los datos que manejan los expertos a día de hoy? Estas y otras cuestiones se ponen de manifiesto a la hora de analizar los volúmenes o las cantidades disponibles de bienes tan preciados como el agua, pero también las fórmulas de gestión que se están aplicando para su uso y si estas son o no pertinentes para una determinada región.
Actualmente a nivel europeo y bajo la directriz de la Directiva Marco Europea del Agua (DMA), se están dando los pasos hacia una única metodología para obtener el balance de los recursos de los que disponen los distintos territorios del viejo continente. Sin embargo, este estándar de medición deja fuera de un control exhaustivo importantes concentraciones acuíferas como el agua subterránea. Así lo explica el doctor Pablo Jiménez Gavilán, integrante del Centro de Hidrogeología de la Universidad de Málaga (CEHIUMA), quien ha liderado un proyecto para paliar las deficiencias del modelo europeo. “Con ello, asegura el profesor, se pretende obtener información detallada sobre los recursos hídricos realmente disponibles en la Demarcación Hidrográfica de Cuencas Mediterráneas Andaluzas (DHCMA), así como de su coste económico para luego incluirlos en la revisión del Plan Hidrológico de Cuenca 2015”.
En escenarios como Andalucía, donde frecuentemente se obtienen bajas cifras pluviométricas y la sequía amenaza con asiduidad el abastecimiento y las demandas agrícolas, cobran especial importancia los sistemas de control y regulación de los diferentes consumos de agua. Escenario que a su vez se ve agravado por las variadas condiciones geográficas, hidrológicas, ambientales y socioeconómicas que se dan a lo largo de los 16 subsistemas de la Cuenca Mediterránea. En cambio, para los expertos esta heterogeneidad facilita la extrapolación de la metodología usada a cualquier ámbito europeo y especialmente aplicación en las zonas bañadas por el antiguo Mare Nostrum.
El trabajo, englobado en el proyecto ‘Halting Desertification in Europe: Water Accounting in a Multi-catchment District (en español, Frenar la Desertificación en Europa: Balances hídricos para un Distrito Hidrográfico), “está orientado a potenciar la gestión del agua a través de medidas tecnológicas y económicas innovadoras para disminuir la vulnerabilidad de las masas de agua en largos periodos de sequía”, afirma su responsable. En esta línea el CEHIUMA ha llevado a cabo los trabajos relativos a las aguas subterráneas, en los que se ha incidido tanto en la cantidad de recursos (67 masas de agua en el caso del DHCMA), como el diseño de una metodología que permita estimar los diferentes componentes del ciclo hidrológico a nivel mensual y entre los que cabe destacar los resultados obtenidos para los masas de agua subterránea constituidas por acuíferos de naturaleza carbonática, ya que han podido ser validados a partir de los alcanzados con el método APLIS (Altitud, Pendiente, Litología, Infiltración y Suelo), desarrollado también en el seno del grupo de investigación malagueño.
En cuanto a las conclusiones, el investigador señala que “el proyecto ha puesto de manifiesto una vez más que no se hace un correcto uso de los recursos hídricos, con mayor importancia en la franja oriental, donde la sobreexplotación en muchos casos ha llevado implícita procesos de desertificación. Por tanto, la cuantificación del recurso disponible es clave para conseguir en un futuro cubrir todas las demandas de agua”. En este sentido, el trabajo ha servido además de base para dos artículos científicos enviados a revistas científicas de elevado impacto que actualmente están en proceso de revisión y varias comunicaciones en congresos nacionales e internacionales, relacionadas con implementaciones del modelo en la Cuenca del Río Vélez, a partir del Sistema de Soporte a la Decisión Aquatool, y en las Sierras de Líbar y de las Cabras en las provincias de Málaga y Cádiz, respectivamente.
Junto a la Universidad de Málaga han colaborado en el estudio varios socios nacionales y europeos, como la Universidad Politécnica de Valencia, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del territorio de la Junta de Andalucía, así como la consultora española Intecsa-Inarsa, y la alemana, Intersus. Cinco partners entre los que, según reconoce el doctor Jiménez Gavilán, “ya se han trazado nuevos planes de colaboración tras la buena sintonía y el feedback tan positivo obtenido en este trabajo”.